martes, 26 de junio de 2012

La Protesta Política en Venezuela (2001-2007) Yorelis J. Acosta acostay@ucv.ve

La protesta no constituye un hecho inédito en la historia de Venezuela, tal como lo evidencian las protestas de los años 1928 y 1936, posterior a la muerte del General Juan Vicente Gómez, las de 1958 tras la caída del General Marcos Pérez Jiménez y las de 1989, con la revuelta popular denominada “el caracazo”. Sin embargo, a partir de los años 80 la protesta aumenta en frecuencia, se hace más radical y violenta, al tiempo que comienza a generarse un efecto de polarización en la sociedad venezolana que conlleva a los desenlaces políticos que presenciamos en el siglo XXI. Desde esta última fase, la movilización y la protesta en las calles ha sido constante, intensificándose en la década de los 90 y más recientemente a partir del año 2001 hasta la actualidad. Son estas últimas movilizaciones de calle, escenificadas principalmente en la capital del país, el objeto del presente artículo, en donde describo desde una perspectiva histórica los cambios sociopolíticos ocurridos desde 1958, resaltando luego los introducidos a partir de 1998, que desencadenan las acciones de movilizaciones y protestas de los grupos opositores a la gestión del Presidente Hugo Chávez.

Para ello enumero una serie de acontecimientos en los planos político, social y económico ocurridos desde 1958 hasta nuestros días, cuya conjunción son el escenario de las subsiguientes protestas en Venezuela.
Presento, además, una serie de datos sobre los tipos y frecuencias de las protestas que provienen fundamentalmente de Provea (Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos). También hago referencia en este artículo a los grupos que apoyan al Presidente y a sus acciones de
movilización, ya que en conjunto conformarían la nueva dinámica sociopolítica del país.

El Contexto Histórico de la Protesta en Venezuela
1958. Comienzo de la democracia


Este año marca un hito en la historia de Venezuela. Es el nacimiento de la etapa democrática más larga habida en el país y con ella una nueva conformación política y social. Este nuevo orden propició la estabilidad política, el consenso entre élites, la alternabilidad democrática y la incorporación de la población a los beneficios socioeconómicos como una forma del nuevo modelo de desarrollo (Kornblith, 2003).

En el plano económico, se presenta en el país una época de bonanza debido a la renta petrolera que ya venía revelándose desde 1954, la cual generó una riqueza que llegó en pequeña medida a las clases bajas. Sin embargo, en el plano psicosocial, Ellner y Hellinger (2003) señalan, que la prosperidad en este período se convirtió en el verdadero punto de referencia para los venezolanos y para su memoria colectiva.

La evolución de la sociedad civil organizada fue otro de los cambios importantes en este periodo. Desde entonces, han aparecido organizaciones y movimientos que enriquecieron el escenario sociopolítico, a pesar de que la interacción formal entre la sociedad civil y el Estado estuvo dominada por una fuerte intermediación de los partidos políticos y demás actores del Pacto de Punto Fijo1 (iglesia, militares, sindicatos, empresarios).

El papel de los partidos políticos en esta primera etapa democrática fue determinante para la consolidación del sistema político. Sin embargo, con el paso del tiempo las expectativas en cuanto a su eficiencia y participación como sistema de articulación entre la sociedad venezolana y el Estado, se fueron derrumbando.

Navarro (1995) identifica un conjunto de características de los partidos
políticos venezolanos, que explican el masivo rechazo que generaron en los
ciudadanos: la corrupción, invasión de las instituciones sociales y políticas,
ausencia de democracia interna y rigidez organizacional, falta de habilidad
para gobernar, abierta dependencia del clientelismo como forma de afiliación
política y exceso de influencia tanto en las decisiones públicas como en las
actividades privadas.

A finales de los años 70, comienzan a surgir nuevas organizaciones y movimientos sociales, inspirados en los principios de inclusión, participación, equidad y solidaridad social dentro del ámbito político. Aparecen organizaciones no gubernamentales y movimientos sociales con nuevas propuestas y proyectos de sociedad, que utilizaron la movilización social y la protesta para presionar e influir en la orientación de las decisiones
políticas.

Los Años 80 y 90: La Crisis

Las grandes fluctuaciones en los precios internacionales del petróleo produjo uno de los mayores descalabros económicos registrado en la historia del país. El 18 de febrero de 1983, día conocido en Venezuela como “el viernes negro”, el gobierno del Presidente Luís Herrera Campins devaluó la
moneda, dando inicio a un largo periodo de crisis económica. A partir de esta fecha, Venezuela entró en una etapa de inestabilidad, tensiones y cambios, tanto en el ámbito socioeconómico como en el político e institucional, que generaron una constante movilización de la población debido al colapso del modelo de desarrollo rentístico. Kornblith (1996) resume los procesos que confluyeron en este periodo de crisis
explicándolo así: por un lado, la inestabilidad y tendencia de crecimiento de los precios en el mercado petrolero, el incremento y complejidad de los compromisos económicos y sociales del Estado venezolano y, por el otro, el crecimiento de la población y de sus necesidades. Esta crisis la evidencia el hecho de que en 1981 los ingresos petroleros per cápita alcanzaban a 1.631 dólares, mientras que para 1993 descendieron a $ 529.

Esta crisis económica tuvo su manifestación más evidente en el deterioro de las condiciones de vida de la población. En consecuencia, comenzaron a crecer en las calles de Caracas diversos grupos con distintos
grados de organización exigiendo respuestas a la autoridad, utilizando repertorios tradicionales de presión como las marchas, cierres de calles o avenidas y paros de empleados del sector público. Sin embargo, lo novedoso era la frecuencia y las nuevas formas confrontacionales y violentas que estaba tomando la protesta (López Maya, 2004).

Al final de la década de los 80, dos acontecimientos agudizan la presencia de la gente en las calles. El primer evento, la masacre de El Amparo, ocurrió el 29 de octubre de 1988. El gobierno venezolano, a través
de un comando militar y policial especial que tenía en la frontera con Colombia, masacró a catorce pescadores del pueblo de El Amparo (estado Apure) y lo presentó ante los diversos medios de comunicación nacional como un enfrentamiento armado con la guerrilla colombiana. Dos pescadores
sobrevivieron y revelaron la verdad. El gobierno del Presidente Lusinchi se mantuvo dentro de la posición oficial de que era un enfrentamiento armado y ni su gobierno, que terminó en febrero de 1989, ni el siguiente de Carlos Andrés Pérez, realizaron los pasos convenientes para que se hiciera justicia a los responsables.

El segundo hecho, el Sacudón o Caracazo, como se le ha denominado, es el más conocido. El día 27 de febrero de 1989 con la aplicación de una serie de medidas denominado “el paquete del FMI”, que comenzaron con el aumento de precios en las tarifas del transporte colectivo, una protesta estudiantil coincidió con una protesta de grupos radicales en torno a los usuarios del transporte público en los terminales de la capital, en los suburbios y en otras ciudades del país.

La protesta dejó un saldo de cerca de 400 muertos y pérdidas económicas incuantificables, extendiéndose la protesta al día siguiente por todo el país. Los hechos: saqueos de comercios y la subsiguiente represión
por parte de las Fuerzas Armadas para controlarla, al igual que la implementación de la suspensión de garantías y el toque de queda. Años más tarde, otro evento en el plano político institucional deja su
huella en la historia contemporánea. El 4 de febrero de 1992, Caracas se estremeció con un intento de golpe de Estado militar liderado por el entonces Teniente Coronel Hugo Rafael Chávez Frías. Hubo revueltas en varios puntos del país con relativo éxito, pero en la capital no fue posible la captura del Presidente Carlos Andrés Pérez, la toma del Palacio de Gobierno ni provocar un levantamiento civil. Hugo Chávez asumió la responsabilidad de los hechos y se hizo famoso con aquella afirmación hecha ante la TV diciendo “por ahora no hemos alcanzado los objetivos”, llamando a deponer las armas.

En resumen, los principales problemas iniciados en la década de los ochenta, caracterizada por la protesta y la crisis, los enlaza Márquez (2003) a las siguientes causas: desempleo, déficit en viviendas populares, burocracia, corrupción, violencia y deterioro en los servicios básicos e instituciones. En consecuencia, la calle fue el escenario de movilizaciones y enfrentamientos y sus protagonistas actores de los más diversos orígenes e intereses.

A continuación presento una tabla, donde se expresan las principales formas de protestas durante el período 1989-1999.

Diversas formas de la protesta venezolana
LICITAS
Asambleas
Caravanas 
Comunicados
Concentraciones
 Huelgas
Marchas
Mítines
Recolección de Firmas

ILICITAS
Aceptadas
Huelgas Hambre
Operación morrocoy
Paros cívicos
Paros nacionales
Circunstancias aceptadas
Cierre de vías
Invasiones a inmuebles
Invasiones a tierras
Tomas de
establecimientos
Reprimidas:
Apedreamientos
Disturbios
Quemas
Saqueos
Secuestros


NUEVAS
Apagones de luz
Cacerolazos 
Cadenas Humanas
Encadenamientos
Pitazos
Desnudos

1998. La promesa de cambio. Chávez llega al poder

Aunado al clima económico y político de crisis del país, aparece otro elemento que complicó el panorama en el plano económico, la crisis en el sector bancario, que desató una fuga masiva de capitales del país y generó un impacto en el costo de vida en 1994 elevándolo a 70,8%, lo que llevó al gobierno de Rafael Caldera a imponer un estricto control de cambio de divisas. El Presidente Caldera aplicó un paquete económico conocido como la “Agenda Venezuela”, también en acuerdo con el FMI, a consecuencia de
lo cual la moneda flotó libremente antes de que se introdujera un sistema de tasas de cambios de bandas. Su valor pasó de Bs. 170 a Bs. 290 por dólar, al tiempo que la liberación de precios condujo a un aumento mayor de la inflación, la cual alcanzó la cifra record de 103,2% en 1996. Para la fecha la pobreza alcanzaba al 86% del país (Buxton, 2003). Sin embargo, las medidas económicas y sociales tomadas no pudieron detener el crecimiento de la pobreza.

Las protestas contra el gobierno aumentaron en 1998, poniendo en evidencia nuevamente la crisis de representación y articulación de intereses entre los distintos grupos sociales del país. En este escenario, surge unanueva propuesta en el sector político, un líder fuerte con gran capacidad para movilizar a las masas, que prometía la eliminación de los vicios señalados, un cambio radical y revertir el colapso en el nivel de vida de los menos favorecidos.

Hugo Chávez gana la presidencia de Venezuela en diciembre de 1998 con la promesa de acabar con todas las perversiones que la democracia venezolana había acumulado en sus cuarenta años. Su discurso sedujo a
3.673.685 de personas que le dieron apoyo a sus planteamientos (esto correspondió a un 56,20% del total de los votos contados) y lo expresaban públicamente ante las concentraciones convocadas por él.

En este sentido, González (2003) señala que Chávez impuso una nueva forma de acción y medición de la fuerza política, determinada por la utilización de los medios de comunicación, las encuestas, el ruido de las
cacerolas y el tamaño de las concentraciones y marchas. Estas nuevas reglas de juego político fueron asumidas posteriormente por las personas y grupos que comenzaron a oponerse al Presidente. Sin embargo, a pesar de este apoyo masivo al Presidente, una nueva elevación en las frecuencias de las acciones de protestas se produce a partir del año 1999, como podemos apreciar en el cuadro siguiente

Tabla 2
Manifestaciones en Venezuela según PROVEA, 1990–2007
Año Total de manifestaciones
Oct/1989 a Sept/1990        675
Oct/1990 a Sept/1991        546
Oct/1991 a Sept/1992        873
Oct/1992 a Sept/1993        1047
Oct/1993 a Sept/1994        1099
Oct/1994 a Sept/1995        581
Oct/1996 a Sept/1996        628
Oct/1996 a Sept/1997        632
Oct/1997 a Sept/1998        422
Oct/1998 a Sept/1999        855
Oct/1999 a Sept/2000        1414
Oct/2000 a Sept/2001        1312
Oct/2001 a Sept/2002        1262
Oct/2002 a Sept/2003        1543
Oct/2003 a Sept/2004        1255
Oct/2004 a Sept/2005        1467
Oct/2005 a Sept/2006        1383
Oct/2006 a Sept/2007        1521
                                    Total 17132
La tabla 2 contiene el número de manifestaciones en el lapso comprendido entre 1990 y 2007, en éste observamos dos períodos de importante elevación de las protestas, uno correspondiente a los años 1992-
94 donde se agudiza la crisis política y económica del país y otro que se inicia en el año 1999, que coincide con la llegada de Chávez al poder. A partir de entonces hay una tendencia creciente en la protesta hasta registrar el número más alto de manifestaciones en año 2007.

1999. Comienzan los cambios
En el estudio conducido por López Maya (2006) señala que existe una conexión entre el aumento de la protesta y las vicisitudes de la política en esos años. Por su parte, Kenneth (2003) señala otros elementos que afectaron el clima sociopolítico en los últimos años:
El estilo de liderazgo de Chávez y su retórica política crearon una división entre los sectores populares y los
elitistas en Venezuela. Aunque la mayor parte de sus ataques se concentró en los partidos y en el sistema político del viejo orden, sus frecuentes discursos políticos y apariciones semanales en la radio y la televisión atrajeron también las críticas de los medios, la jerarquía de la Iglesia católica y la “rancia oligarquía”, que se beneficiaban de un modelo económico generador de desigualdades sociales extremas. Chávez sostenía que estaba dirigiendo una revolución pacífica a favor del pueblo, y presentaba esta lucha revolucionaria en términos maniqueos (p. 93).

En relación a la gestión de Chávez, la agenda, durante su primer año de gobierno, la dominó la reforma constitucional, dando prioridad a lo político sobre lo económico. Este periodo se caracterizó por una recesión económica, la incertidumbre política, la reforma constitucional y la fuga de capitales (Buxton, 2003).

Sin embargo, a pesar de su estilo de liderazgo y los cambios en los planos económicos, políticos y sociales, el Presidente Chávez mantuvo un alto índice de popularidad durante los primeros años de gobierno.
2001: Aparece la oposición a la gestión de Chávez El gobierno de Hugo Chávez comenzó en 1999 con grandes expectativas y un apoyo popular que rondaba el 80% de los sondeos de opinión realizados en ese año (González, 2003). El proceso constituyente que tomó todo el año 1999 y las elecciones para la relegitimación de los poderes públicos en el año 2000, contribuyeron a mantener la popularidad del
Presidente Chávez en un nivel muy alto, pese a que comenzaba a manifestarse una tendencia descendente.

No hay acuerdo entre las principales empresas encuestadoras y analistas respecto a la fecha en la cual el nivel de agrado del Presidente cayó por debajo del cincuenta por ciento; sin embargo, según los resultados de los sondeos de opinión esto ocurrió entre agosto y noviembre de 2001.

La caída de la popularidad del Presidente Chávez continuó durante los años 2001 y 2002, algunos analistas atribuyen este hecho a la situación de extrema polarización que había en la sociedad venezolana, en la cual los polos de la sociedad se encuentran unidos al discurso del Presidente antes que a su gestión. Por otro lado, la escasa mejoría de la economía y la inseguridad son otros elementos que contribuyeron a disminuir el apoyo al Presidente(González, 2003).

Mientras tanto, la oposición venezolana que había quedado bastante disminuida después de las elecciones de 1998, comenzó su levantamiento y reestructuración. Las primeras apariciones en contra de la gestión del
Presidente tienen lugar en el 2001 como respuestas a la política educativa del gobierno. Pequeñas concentraciones y marchas convocadas por grupos principalmente de clase media, llevaron al Presidente de la República a calificarlas de “escuálidas” y en especial a diferenciarlas de las concentraciones multitudinarias realizadas por sus seguidores.

Pero había un malestar social y las cacerolas se hicieron sonar en contra del Presidente a los 300 días después de asumir su mandato (en Venezuela el sonar de las cacerolas está asociado al descontento). Las cacerolas comenzaron a sonar de un modo espontáneo ante la cadena audiovisual del Presidente convocada para informarle a la nación los resultados del gobierno durante ese periodo. Desde entonces, esta tarea formó parte de las acciones de protesta en contra del gobierno de Chávez, en especial cuando transmitía
información a través de las cadenas de radio y televisión e, incluso interrumpiendo sus discurso públicos.

Con respecto a los cacerolazos González (2003) señala que este tipo de protestas permitió a la gente reencontrarse con la política y manifestar sus preferencias en un ambiente protegido y seguro como es el hogar y transformó en políticamente activos a muchos venezolanos. Pero, la actividad política demandaría en poco tiempo de otras formas de protesta y movilización, más exigentes en términos de esfuerzo y visibilidad.
La gente tomó las calles: Marchas y contramarchas Las primeras marchas escenificadas en el país contra el Presidente Chávez y su gestión se dieron en el año 2001 y tuvieron como bandera el tema educativo. Un grupo pequeño de padres y representantes, en su mayoría de clase media, unidos a la Asociación Civil Asamblea de Educación (ACAE), protestaban contra el decreto 10112 del Ministerio de Educación.
Estas acciones de rechazo a la política educativa del gobierno fueron el inicio de las sucesivas marchas y concentraciones a las que se fueron sumando otros actores y organizaciones. La primera concentración convocada por la ACAE fue el 19 de enero de 2001 y se estimó una asistencia de unas 5000 personas.
Actos sucesivos se dieron el 4 de febrero, el 31 de marzo, el 8 de noviembre, el 22 de noviembre y el 7 de diciembre, con mayor participación de personas en cada evento.

Mientras tanto otros sucesos eran noticia en el acontecer nacional y la gestión del Presidente confrontaba a diversos sectores del país. Además del sector educativo y los tradicionales sectores empresariales y sindicales, surgen nuevos grupos de oposición que fueron objeto de acciones de presión por parte del Gobierno: los medios de comunicación y los periodistas que los representaban, militares disidentes, productores agropecuarios y la Iglesia católica.

Entre septiembre y diciembre del año 2001, paralelo a las marchas y otras acciones de protestas, como paros y cierres de vías por parte de empleados públicos, choferes de transporte público, buhoneros y
damnificados del estado Vargas, comenzó a desarrollarse una protesta de ganaderos y productores agropecuarios. Estas protestas tuvieron su origen en la entrega de tierras por parte del Instituto Agrario Nacional (IAN) a familias campesinas ubicadas en la zona sur del lago de Maracaibo. Esta ley de
Tierras estaba contemplada dentro de un paquete de leyes que el Ejecutivo Nacional aprobó el 12 de noviembre de ese año sin hacerlas pasar por la Asamblea Nacional, denominadas Leyes Habilitantes.

La situación de tensión sociopolítica alcanzó su clímax el 10 diciembre, día del paro cívico nacional convocado por la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras). El paro fue respaldado luego por diversas organizaciones de la sociedad civil,
incluyendo el Bloque de Prensa Venezolano, Pro-Venezuela, Fetrabanca, la Asamblea de Educación y prácticamente todos los partidos políticos de oposición.

Al respecto la historiadora López Maya (2003) expone que las acciones del Presidente y su gabinete dificultaron la resolución de la situación de conflicto debido a la intolerancia, la amenaza y la descalificación de las acciones de los grupos opositores. A fines del año 2001 los mecanismos de diálogo estaban cerrados y el conflicto arropaba a grandes sectores de la sociedad.

La gente estaba en la calle marchando en una dimensión nunca vista en el país. Mientras tanto, el gobierno intentó contrarrestar las movilizaciones de la oposición, con otras de respaldo al gobierno, produciéndose en algunas movilizaciones enfrentamientos que terminaron de manera violenta.

El cuadro que presento a continuación ilustra el desarrollo de las movilizaciones de la oposición al gobierno y las de apoyo, desde enero de 2002 hasta agosto de 2003, periodo de mayor conflictividad política.

Tabla 3
Concentraciones de oposición y apoyo al gobierno en Caracas, enero 2002-agosto 2003
Fecha
23/01/2002
21/02/2002

08/03/2002
11/04/2002
01/05/2002
11/05/2002

Oposición
Marcha convocada por la CTV y apoyada por los partidos políticos (Primero Justicia, Acción Democrática, Copei y Unión).
Marcha convocada por el Comando Político de la Revolución del MVR (desde el 23 de Enero hasta la Asamblea Nacional).
 Marcha de las antorchas, convocada por estudiantes y profesores de la UCV (desde la UCV hasta la Plaza Morelos).
Megamarcha “ni un paso atrás”, convocada por la CTV y Fedecámaras, para respaldar a Pdvsa y solicitar la salida del Presidente Chávez convocada inicialmente desde el Parque del Este hasta Pdvsa-Chuao;
posteriormente, se dirigió hacia Miraflores. La marcha fue disuelta por disparos que produjeron varios muertos y heridos
Marcha convocada por la CTV, con el apoyo de 27 organizaciones civiles y políticas. Desde la Plaza Morelos hasta la esquina San Francisco. Consigna: la libertad sindical y el régimen de libertades.
Marcha en honor de los caídos el 11-A, convocada por 23
organizaciones no gubernamentales y varios partidos políticos. Desde distintos puntos de concentración hasta el Parque del Este. Consigna: “no olvidar”.

Mención especial merece la marcha de 11 de abril de 2002 (11A-2002) la cual condujo a un fatal desenlace con 19 personas muertas, decenas de heridos y a una serie de hechos que cambiaron momentáneamente el curso del mandato del Presidente Chávez. La convocatoria a esta marcha fue realizada por Fedecámaras y la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV) para dar apoyo a un conflicto en Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA). La marcha fue convocada para salir de las inmediaciones del Parque del Este hasta la sede de PDVSA en Chuao, pero al llegar la marcha allí fue desviada hasta el Palacio Presidencial en Miraflores con la intención de solicitar la renuncia del Presidente. Sobre lo que ocurrió después hay por
lo menos dos versiones: para los seguidores del Presidente fue un golpe cívico-militar, mientras que para la oposición fue un “vacío de poder”, una vez que el General Lucas Rincón (Ministro de la Defensa) anunciara en cadena nacional, que: “Se le solicitó al Sr. Presidente de la República la renuncia de su cargo, la cual aceptó”. Chávez fue depuesto, por 48 horas, tiempo en el cual asumió la presidencia Pedro Carmona Estanga, Presidente de Fedecámaras.

Desde ese episodio, cada 11 y 13 de mes se produjeron en Caracas y otras ciudades del país, marchas y contramarchas en un esfuerzo de las fuerzas enfrentadas por demostrar el importante respaldo de masas con que contaban.

Posteriormente, el día 14 de agosto de ese año, en sesión plena, el Tribunal Supremo de Justicia dictaminó por 11 votos a favor y 8 abstenciones que no había méritos suficientes para enjuiciar a los oficiales que habían participado en los actos del 11A-2002 por el delito de rebelión militar, desestimando la propuesta de golpe militar. La causa quedó por tanto sobreseída y los militares involucrados quedaron en libertad.

Como observamos, la situación de conflicto se apoderó de la ciudad y de un grupo importante de la población tanto que rechazaba las acciones y procedimientos del gobierno como de grupos que apoyaban la gestión del Presidente. La sociedad dividida en dos partes, representada por dos proyectos y visiones de país se encontraba en la calle protestando o apoyando al Presidente. Las razones de la protesta apuntan más a motivos de tipo político que de otra naturaleza (defensa de la democracia y sus valores, proyectos políticos, cambios en las leyes e instituciones del Estado), aunque la protesta también denunciaba otros malestares sociales como la inseguridad y la discriminación política (Acosta, 2006).

Los números
Las movilizaciones de apoyo al Gobierno y las de la oposición que lograron reunir el mayor número de personas, se dieron durante los meses de diciembre 2002 y febrero de 2003, fecha en la cual la CTV, Fedecámaras y un grupo organizado de la sociedad denominada en lo sucesivo la Coordinadora Democrática (organización gestada después de los hechos del 11A-2002 y que condujo las principales acciones de la oposición hasta el 2004).

En el siguiente cuadro presento las variaciones en la asistencia a las marchas entre ambos sectores, gobierno y oposición durante el período 2002 -2003 en la ciudad capital.

Las cifras presentadas en el cuadro anterior corresponden a las manifestaciones de los grupos opositores y de respaldo al Presidente (oficialismo) que reunieron el mayor número de asistentes y que presentó como información complementaria para visualizar las dimensiones que tomaron las marchas. Esta información se obtuvo después de revisar la prensa nacional y contactar a diferentes grupos tanto oficialistas como opositores que se dedicaron en ese momento a contabilizar el número de asistentes a las marchas.

Otras valoraciones sobre la asistencia a las movilizaciones, estimaron que el 58% eran personas menores de 30 años, un 31,5% de personas entre 31 a 50 años y un 10,5 % mayor de 50 años. De esta asistencia, estimaron que corresponden con los presentados por González (2003) y Márquez (2003).

Por otra parte, no se han encontrado trabajos que analicen la composición social de las manifestaciones. Aunque hay acuerdo entre los analistas del tema en señalar que las movilizaciones de protesta fueron
iniciadas por personas de clase media a la que se fueron agregando otros sectores sociales. Mientras que las movilizaciones a favor del Presidente estaban conformadas en sus inicios predominantemente por personas de sectores de menores recursos económicos de la ciudad. Sin embargo, en la actualidad la composición social de ambas movilizaciones es heterogénea.

Otros Hechos Importantes

  • Además de la sociedad civil independiente, nuevos grupos aparecen en el escenario político y se unen a los grupos tradicionales que hacían oposición al Presidente: Mujeres por la Libertad y los partidos políticos Alianza Bravo Pueblo, Bandera Roja y la Asociación Civil SUMATE, Fedecámaras y la CTV, conformaron la oposición a Chávez.
  • Polarización territorial. La ciudad se encontraba dividida en parcelas que se disputan personas de uno y otro grupo (López Maya, 2003c). Ejemplos son: la Plaza Francia en Altamira para los opositores y Puente Llaguno, en la Av. Urdaneta, para los “chavistas” (personas que apoyan al Presidente Chávez). Otra estrategia ensayada por la oposición vinculada con este tema, a fin de demostrar su presencia política en las zonas populares de la ciudad donde se supone que el Presidente Chávez tiene mayor respaldo fueron las movilizaciones realizadas en el año 2002 y que tomaron la denominación de “el petarazo” y “el catiazo”.
  • Se realizaron por primera vez las elecciones sindicales directas para escoger las directivas de las diversas organizaciones sindicales, incluida la CTV, la máxima instancia de representación sindical. El proceso al
    parecer lleno de irregularidades desvirtuaron los resultados y en algunos casos formalmente quedaron suspendidos, generando descontentos en los grupos participantes (López Maya, 2003a).
  • En octubre de 2002, 14 oficiales activos de diferentes fuerzas, se pronunciaron en la Plaza Francia, ubicada en la urbanización Altamira, denominándola territorio liberado. Se declararon en “desobediencialegítima” acogiéndose al artículo 350 de la Constitución Nacional. En esta plaza permanecieron por varios días.
  • El 12 de noviembre de 2002 fue intervenida la Policía Metropolitana, por parte del Ejecutivo con el consiguiente decomiso de armas, desarrollando otro eje del conflicto entre las alcaldías y otros entes estadales dediferentes orientaciones políticas.
  • Durante el paro cívico nacional, convocado por Fedecamaras y la CTV en diciembre de 2002, un grupo importante de personas se reunía en la Plaza Francia para dar su apoyo a los militares. Adicionalmente, en las noches, principalmente en las urbanizaciones del este de Caracas (donde se agrupa la clase media), se hacían pequeñas manifestaciones, marchas y cacerolazos para expresar su descontento con el gobierno de Chávez. Manifestaciones similares se dieron en el oeste de la ciudad y en el interior del país.
  • Se cuestionó el papel de los medios de comunicación privados en relación al conflicto político en virtud que las marchas fueron cubiertas en su totalidad, suspendían la programación habitual y sus espacios fueron sustituidos por programas de opinión y propagandas alusivas a las movilizaciones sociales, convocatorias y en general a aspectos relacionados con la situación de conflicto existente.
    El mundo pone los ojos en Venezuela. Organizaciones como el Centro Carter, la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Programa para las Naciones Unidas (PNUD) se constituyeron en un grupo para facilitar el diálogo entre las partes en conflicto alrededor de una mesa de negociación con representantes de los grupos de la oposición y del gobierno.
  • La paralización de PDVSA en Diciembre de 2002 conllevó a la desincorporación masiva de los empleados que se plegaron al paro. Se estima que unas 20 mil personas quedaron fuera de la industria, hecho sin precedente en la historia petrolera del país. El gobierno no se rindió. Continuó con una actitud de desvalorización de las acciones de la oposición y ejecutó grandes esfuerzos por reactivar la industria petrolera y la economía en general. 
 2006 y 2007. La Protesta Reciente

Después de tanta movilización y protesta, un hecho pareciódesmovilizar a la oposición: la realización del Referéndum Revocatorio (RR) en agosto de 2004 y los resultados obtenidos en él a favor del Presidente Chávez. Comentarios sobre los resultados del RR los presenta López Maya (2004), así:

El 15 de agosto los electores venezolanos acudieron masivamente a las urnas en un clima de sana paz. Las
previsiones logísticas del CNE, quedaron rebasadas por la importante afluencia de la participación ciudadana. Si en julio de 2000 había votado un universo de cerca de 6.600.000 venezolanos, en agosto de 2004 votaron cerca de 10.000.000. Los centros electorales se vieron sobrepasadas y la gente hizo colas que en promedio alcanzaron las siete horas (Últimas Noticias, 22-8-04). El 16 de agosto en la madrugada, gracias al sistema computarizado de votación que se utilizó, el CNE pudo dar su primer informe oficial,
totalizado con el 94,49 por ciento de las actas automatizadas y cuyas tendencias consideró irreversibles.
La opción del NO, perteneciente al Presidente había triunfado con una holgada mayoría: 4.991.483 votos (58,25 por ciento) contra la opción del Sí, que en este primer boletín recibiría 3.576.517 votos (41,74 por ciento) (El Nacional, 16-08-04). Poco después, los observadores internacionales reconocidos por la oposición, el Centro Carter y la OEA, anunciaron la compatibilidad de sus cálculos con aquéllos del CNE” (p. 17).

Otros hechos identificados en el trabajo de Acosta (2006) sobre los elementos que desmovilizaron a la oposición fueron: el descrédito en las instituciones públicas, en especial el Consejo Nacional Electoral (CNE) ente encargado de conducir el RR, los conflictos internos de la oposición, la presión ejercida por algunos sectores oficialistas con estrategias como la “lista Tascón”3 y la desesperanza, ésta última, definida como una sensación de inseguridad y negatividad ante los posibles resultados por las acciones de la oposición.

Los años siguientes son de fortalecimiento político para el Presidente Chávez gracias a su política social dirigida a las clases menos favorecidas, la más importante está constituida por las misiones, éstas son programas sociales dirigidos principalmente a los sectores pobres para mejorar la seguridad alimentaria (Mercal), la salud (Barrio Adentro), la educación (escuelas bolivarianas, Misión Ribas, Misión Sucre, Universidad Bolivariana)

y la formulación de políticas de reactivación de la economía, como el impulso a la Economía Social a través de la regularización de tierras rurales y urbanas, las «ruedas de negocios» que usan el gasto público para fomentar el impulso a cooperativas y pequeñas empresas; políticas de financiamiento a microempresas; y otras destinadas a bajar los índices de desempleo, que agrupadas conformaron la política económica del gobierno denominada: “modelo de desarrollo endógeno”. Sin embargo, pese a la recuperación económica posterior al año 2003 y a los planes de desarrollo social, las protestas continuaron. Acontecimientos
políticos como las elecciones para la Asamblea Nacional en diciembre de 2005, donde la oposición se abstuvo de participar, quedando dominada en su totalidad la Asamblea Nacional (AN) por las fuerzas que apoyan al Presidente Chávez, y sociales como la muerte de los hermanos Faddoul (tres hermanos de 17, 13 y 12 años y su chofer fueron secuestrados el 23 de febrero en el trayecto del colegio a la casa y encontrados muertos un mes después) mantuvieron activa a la población opositora.

Las elecciones presidenciales en diciembre de 2006, llevaron nuevamente a los venezolanos a las urnas electorales y a las calles, 26 candidatos inscribieron su propuesta ante el CNE pero al final la fuerza
electoral se agruparía en dos opciones, la del Presidente Chávez rumbo a la reelección en lo que sería su tercer periodo de gobierno y la de Manuel Rosales, Gobernador del Estado Zulia, agrupando a las fuerzas opositoras al proyecto de Chávez. La propuesta del primero fue: rumbo al socialismo del siglo XXI y la identificación con el color rojo y la otra propuesta se identificó con el eslogan atrévete, el fortalecimiento de la democracia y el color azul.

En el año 2007, la no renovación de la concesión al canal de Televisión Radio Caracas TV (RCTV) en el mes de mayo, llevó a la sociedad opositora a tomar las calles y en especial, un grupo importante de estudiantes de las universidades venezolanas, quienes haciendo derroche de creatividad y cultura de paz, se mantuvieron por meses en las calles en defensa de la libertad de expresión y la autonomía universitaria.

En el segundo semestre del año el tema de la reforma de la constitución nacional se convierte en el nuevo punto de debate entre los grupos, generador de enfrentamientos y violencia. Ejemplo de esta situación fue la marcha convocada para el 23 de octubre de 2007 por el grupo de estudiantes opositores a la reforma constitucional. La movilización partiría de la plaza del rectorado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) con participación de estudiantes de otras universidades, a la salida de la marcha, se une un nuevo grupo de la sociedad civil y representantes de partidos políticos en la inmediaciones de la Plaza Venezuela, pero un cordón de seguridad intentaría detener la manifestación unos kilómetros más adelante en la Av. Universidad, sin embargo las bombas lacrimógenas activadas por la Guardia Nacional (GN) no pudieron detener al grupo de manifestantes quienes respondieron con piedras y botellas.

Finalmente un grupo de los líderes estudiantes son llevados a la AN custodiados por la GN en vista que un grupo de simpatizantes del Presidente Chávez estaban apostados en las inmediaciones de la AN. Los estudiantes de oposición fueron recibidos por una comisión de diputados e hicieron entrega de un documento con una propuesta a la reforma constitucional (RC).

Esa misma semana, en un foro sobre la RC convocado en el Instituto Pedagógico de Caracas con la participación de Yon Goicoechea, estudiante de Derecho de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y líder del movimiento estudiantil opositor y Pompeyo Márquez, destacado político de izquierda y uno de los fundadores del partido Movimiento Al Socialismo (MAS), tiene un desenlace violento al hacerse presente un grupo de defensores del proyecto revolucionario. También durante el mes de noviembre se presentaron acciones violentas en la UCV y otras universidades del país.

Por otra parte, vale mencionar que la presencia de los medios de comunicación social ha contribuido al conocimiento de las manifestaciones y a exacerbar el clima político de la ciudad al hacerse presente en todos los eventos y difundirlos.

Otra Dimensión de la Disputa: Los Símbolos Muchos fueron los elementos que acompañaron las movilizaciones, pero el que más se destacó fue el tricolor nacional en diferentes elementos como prendas de vestir y el uso de la bandera por parte de los manifestantes. Fueron los seguidores del Presidente Chávez quienes comenzaron a marchar acompañados por la bandera nacional. Pero, una vez que los primeros opositores comenzaron a hacerse visibles, comenzó la batalla por la propiedad de la bandera.

Es significativo el hecho de que la bandera nacional, que por algún tiempo estuvo vinculada exclusivamente a determinadas fechas patrias, fue utilizada como uno de los principales atributos de los marchistas, como
también es perceptible su transformación en producto comercial.

Sin embargo, en el sector de la oposición predominó por un tiempo el color negro, venido en símbolo a raíz de los sucesos del 11A-2002; pero en la medida que la composición de este grupo se hizo más heterogénea, también su paleta de colores se amplió, el negro cedió el paso al tricolor del Pabellón Nacional que se reprodujo luego en una extensa gama de artículos. También se hacen presentes las diferentes banderas de los partidos políticos como PJ, COPEI y AD haciendo la visual más heterogénea.

Ya declarada la lucha por el uso de los símbolos, y cuando el grupo opositor pareció “apoderarse del tricolor nacional”; el grupo oficialista comenzó hacer uso de otros elementos teñidos fundamentalmente por el color rojo.

Sin embargo, para el año 2006, año electoral, las concentraciones de la oposición tuvieron otras características y fue el predominio del color azul, seleccionado para la campaña presidencial. Quedaron entonces los grupos, identificados con el color rojo, los seguidores del Presidente y con el color
azul, sus adversarios. Pero esta connotación, solo fue circunstancial, debido a la campaña electoral presidencial.

Otros elementos simbólicos presentes en este proceso son: los religiosos (Dios, las vírgenes), militares (uniformes, el lenguaje que hacen referencia al argot militar: organizaciones políticas en batallones, comandos y pelotones reunieron las fuerzas a favor del gobierno), históricos (la imagen de Simón Bolívar y la relectura de algunos momentos de la historia como el “12 de octubre de 1942”) y emocionales, entre otros.

A Manera de Cierre

Tal como se evidencia a lo largo de este artículo, la protesta ha estado presente a lo largo de la historia democrática del país. Pero los años 80 y 90, marcados por la crisis económica y política, también marcaron las características de la protesta de esos años, la protesta fue de corte económico y social predominantemente, aunque un malestar político existía en el seno de la sociedad que se hace evidente con el intento de golpe de estado del año 1992, el cual tiene unos nuevos brotes en 1996.

La crisis política tiene su clímax en 1998, cuando un nuevo líder proveniente de fuerzas emergentes externas a la política aparece en el escenario y canaliza el descontento con los actores políticos que dominaron el
escenario desde 1958, desplaza las fuerzas hegemónicas del momento y llega al poder con la promesa de mejorar las condiciones de vida de la población venezolana de menores recursos, excluida por años. Chávez gana las elecciones en 1998 e introduce cambios en lo que había sido la forma tradicional de ejercer la política. Así, la fuerza de la calle más que las organizaciones sociales y políticas constituyó la nueva forma de demostrar el apoyo popular.

Esta información factual señala que la llegada de Hugo Chávez a la presidencia del país, los cambios introducidos en su gestión y la nueva alianza política de fuerzas, serían los elementos que desencadenan la mayor movilización y protestas en la historia reciente del país (1998-2007). Por esto he denominado a este proceso: protestas políticas.

Sin embargo, a pesar del amplio respaldo que tuvo el Presidente Chávez al inicio de su gestión, una oposición comienza a hacerse evidente a partir del año 2001 ante los cambios introducidos en especial en el plano educativo y político.

El decreto 1011 de Educación y la aprobación de las 49 leyes habilitantes en el año 2001 parecen ser los detonantes de la protesta. Por otra parte, a las acciones de protestas contra Chávez, se organizaron otras en
respaldo a su gestión, comenzando una dinámica de marchas y contramarchas que dominaron la escena desde el 2001 hasta el presente.

A la naciente oposición se sumaron grupos y personas de diversas procedencias, incluyendo antiguos acompañantes del Presidente Chávez, quienes se movilizaron desde una organización espontánea a formas más complejas de organización.

Con la realización de RR en el año 2004, la protesta disminuye. Otras razones para la disminución de las actividades de la oposición están ligadas a la carencia de liderazgo dentro de las fuerzas que integran la oposición al Presidente y a factores psicosociales como la desesperanza, el miedo, la violencia escenificadas estos años y las medidas de amenaza por parte de funcionarios del gobierno que diseñaron estrategias de coacción como la conocida “lista Tascón” (Acosta, 2006).

Los años 2006 y 2007, presentan otros hechos que vuelven activar a la oposición: las elecciones presidenciales 2006, la no renovación de la concesión del canal de TV RCTV y la discusión sobre la reforma constitucional.

Otros rasgos ligados a la protesta llaman la atención, como los elementos simbólicos en las estrategias políticas y la politización de otros espacios públicos, temas que ameritan ser abordados en otras investigaciones.

Aunque en este trabajo se presentan las movilizaciones ocurridas en la ciudad de Caracas, éstas también sucedieron en el interior del país, con características similares a las señaladas anteriormente y en algunas ciudades del exterior como Roma, Madrid y Miami.

Si bien la sociedad informada sobre asuntos políticos y derechos civiles y ciudadanos en su conjunto fue la gran protagonista de las manifestaciones, otros grupos también se hicieron evidentes en el conflicto político: los medios de comunicación, la iglesia, las universidades, y en último lugar, los partidos políticos tradicionales (AD, COPEI, MAS), quienes permanecieron de bajo perfil debido al rechazo generalizado de la población (Acosta, 2006; Navarro, 1995).

Una visión macrosocial apunta a ver los hechos como un proceso dinámico y vigente, que ha pasado por varios periodos de activación, unos muy intensos (2001 al 2004 y 2006-2007) y otro de menor activación (2004-2005). Este proceso ligado a las vicisitudes del acontecer sociopolítico debe enlazarse con otro movimiento: el de los grupos que apoyan la gestión de Chávez. Juntos: opositores y aliados al Presidente, conforman el tejido social del país.

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